En tiempos donde los festivales culturales corren el riesgo de convertirse en productos de escaparate, Extrarradios se presentó como todo lo contrario: una propuesta valiente, incómoda y profundamente necesaria. Celebrado por primera vez en 2024, en los pueblos oscenses de Almudévar y Ayerbe, este festival de artes escénicas contemporáneas recogió el legado del histórico Festival Periferias y lo impulsó hacia una nueva dimensión.
Con el respaldo del Ministerio de Cultura, Extrarradios no solo logró un impacto artístico y territorial inédito, sino que fue galardonado por el Observatorio de la Cultura como el mejor proyecto cultural del año. ¿El motivo? Su capacidad para convertir una temática compleja —la cancelación, la censura y el fenómeno “woke”— en un espacio de creación, reflexión y diálogo real.
Una temática sin anestesia
La programación de esta primera edición no esquivó el conflicto, lo puso en escena. Desde el cuerpo, desde la palabra, desde el espacio. Las piezas invitaron a pensar más allá del titular y el trending topic: ¿Qué significa cancelar? ¿Dónde empieza la censura y dónde la responsabilidad? ¿Nos está despertando el “woke” o estamos soñando con los ojos abiertos?
Extrarradios 2024 convirtió estas preguntas en experiencias vivas, con obras que se desplegaron en plazas, espacios comunitarios, terrenos intermedios y lugares donde el arte no suele llegar… pero donde tiene mucho que decir.
Territorio como motor, no como decorado
Almudévar y Ayerbe, lejos de ser meras sedes, fueron agentes activos del festival. Vecinos, artistas locales, espacios culturales y públicos diversos convivieron con compañías nacionales e internacionales en una cartografía escénica en la que el territorio era también dramaturgia.
Entre las propuestas destacaron propuesta de teatro testimonial sobre la cultura del silencio y la autocensura, performances al aire libre que resignificaban el paisaje, encuentros entre generaciones para desmontar narrativas dominantes así como otros proyectos híbridos entre arte, memoria y política.
Una producción impecable y comprometida
Pero nada de esto habría sido posible sin un engranaje profesional a la altura de la ambición artística. El festival se sostuvo sobre el trabajo impecable del equipo de producción, coordinado con visión y precisión por Nut Producciones, que marcó la línea estratégica y operativa del proyecto.
A su lado, el trabajo de colaboradores clave como Blanca Peleato de Comunicación & Protocolo (responsables de la articulación institucional y mediática) y Manuel López-Vigo de Rumbo Hirundo, (especialistas en mediación, creación y producción cultural) así como Sara Marquina o Sergio Rodrigo coordinando toda la parte técnica, fue esencial para que cada pieza encajara y el conjunto resonara con fuerza y coherencia.
Un legado que no parte de cero
Aunque Extrarradios nació en 2024, su ADN viene de lejos. Heredero directo del Festival Periferias, retoma su espíritu indisciplinado, su vocación mestiza y su apuesta por lo periférico como centro de la innovación. No como nostalgia, sino como continuidad evolutiva: del pasado aprendemos, pero hacia el futuro vamos.
Y si algo dejó claro esta primera edición es que los márgenes tienen mucho que decir. Y que cuando se los escucha, se transforman en motor.
¿Y ahora? A seguir moviendo el eje
Tras el éxito artístico, comunitario y simbólico de 2024, Extrarradios se perfila como un nuevo referente en la escena cultural española. No por querer crecer en cifras, sino por su capacidad de tejer comunidad, provocar pensamiento y habitar el conflicto con responsabilidad y arte.
Extrarradios 2024 fue más que un festival: fue una toma de posición.
Una declaración política, poética y territorial.
Una periferia que, lejos de estar fuera del mapa, lo está redibujando.
